Navidad
Diría que desperté pero eso es una mentira, en verdad no dormi ni un minuto, solo esperé a que el primer rayo de sol se fugara a través de mi cortina para tener la justificación de por qué ya era legítimo bajar. Corrí sin importarme el suelo frío picándome las plantas de los pies. Cuando llegué a la esquina previa a la sala donde estaba el árbol se escuchó un forcejeo como de algo pesado moviéndose junto con unos cascabeles. Se me aceleró el corazón al pensar que me había levantado lo suficientemente temprano como para presenciar el gran acontecimiento en vivo. Me hice animos para entrar sabiendo que interrumpiría el proceso del famoso involucrado; quien sabe y terminábamos siendo amigos o que, dada la amena interacción, decidiera dejarme un regalo más. Di tres pasos determinantes para adentrarme a la escena. Estaba mi mamá recogiendo platos y vasos de la noche anterior:
- Vaya, hasta que te levantas. Lucia se fue ayer con los niños, estabas tan pedo que quedaste en calidad de bulto y no iba a poder sacarte del carro ella sola. Rogelio ya estas grande como para que sigas haciendo estas cosas.